Uriel
Flores Aguayo
@UrielFA
Con
enormes esfuerzos se logró la alternancia en Veracruz, en un proceso complejo
que pudo haber frustrado el anhelo de millones de Veracruzanos; parecía más
fácil de lo que resultó finalmente, ante
una estrategia endiabladamente eficaz y perversa del grupo
en el poder, llevando a la total incertidumbre, o jugando con todas las
posibilidades, el resultado electoral. Visto en retrospectiva fue
una hazaña el logro de la alternancia, con obstáculos de todo tipo, desde la concreción o no de
la alianza de centro democrático que hicieron el PAN y el PRD, el desgaste desproporcionado
de la guerra sucia, el alquiler de candidatos y la falta de un compromiso
democrático del resto de la oposición que, contra sus aparentes propósitos, parecían más cómodos con la reafirmación
tricolor, al no dirigir sus críticas al partido en el poder y no deslindarse de
la inclemente guerra sucia que se dirigía en forma brutal contra el único
candidato que podía superar al PRI.
La
alternancia se da por exigencia de la realidad, cuando el partido dominante de
siempre pasa por un muy mal momento, tanto que, aveces, pareciera desplomarse. Pero también llega en medio
de una crisis profunda, de todo tipo, sobre todo social y económica; con un
panorama francamente negro para nuestra entidad. Es impresionante la
irresponsabilidad y el dolo de quienes han (mal) gobernado a nuestro
entrañable estado, haciendo una serie de daños que parecieran irreparables. Todo va a ser más difícil,
se pondrá a prueba la voluntad y la capacidad del nuevo gobierno, así como la
actitud participativa y solidaria de la ciudadanía. Pero la vida sigue, con
estas circunstancias hay que trabajar y hacerlo en forma positiva y eficaz.
Las
minas sembradas por los que se van, los obstáculos a la vista y los intentos de
boicots son un muy difícil examen para el gobierno de la alternancia que, por
lo tanto, deberá ser muy consecuente con sus ofertas de campaña, cumpliendo
escrupulosamente con su apertura y su austeridad. No hay tiempo para improvisar
porque no habrá demasiado bono de tiempo salvo que, en los muy primeros meses,
se logre llevar a los tribunales a algunos de los principales causantes del
quebranto financiero; así si, con actos justicieros, pudiera lograrse una mayor paciencia de la gente.Se
deberá lograr un ambiente político apropiado para el buen desempeño del nuevo
gobierno, lo cual implica el compromiso democrático de todas las fuerzas
políticas, un papel real del poder legislativo y la congruente labor del
gobierno de la alternancia.
No
debe verse la alternancia como un cambio de colores y personas, sino como la
oportunidad histórica de inaugurar otro tipo de política y de servicio público;
la alternancia es el mecanismo indispensable para restablecer el Estado de
Derecho y la democracia; por esa ruta tendremos elecciones libres, respeto a
los derechos humanos, políticas sociales
incluyentes, libertad de prensa, división de poderes y una vida pública mil
veces más sana y útil que la actual. Ir por menos es más fácil pero sería un
fraude para quienes han depositado sus esperanzas en el Lic. Yunes Linares y la
coalición "para el rescate de Veracruz". La verdad, los partidos
ahora mayoritarios también estarán a prueba, pueden aprovechar su triunfo electoral
para democratizarse y elevar su mira o, como suele ocurrir en ámbitos
mediocres, marearse
en un ladrillo y dilapidar la confianza ciudadana recién obtenida.
De
inicio se tiene la elección municipal, ya en puerta; en forma muy rápida se verán
los comportamientos de todos los partidos, teniendo que tomar
desiciones rápidas, para
aliarse y perfilar candidaturas. El que la tiene más difícil es el PRI,
pues se encuentra secuestrado por el
grupo en el poder, teniendo
que esperar para su relanzamiento hasta diciembre cuando concluya esta
desastrosa administración; en tanto, se encuentra sin rumbo y básicamente
inactivo, propiciando una ya perceptible desbandada; puede
ocurrir un verdadero desfonde del otrora poderoso partido tricolor; es
altamente probable que muchos de sus dirigentes medios emigren a otras filas
partidistas o que se declaren
independientes. El caso de Morena puede ser dramático también, a pesar
de su muy buen resultado reciente, explicado por factores ausentes en general
en la próxima elección municipal; sin autocrítica, sin visión y con exceso de
soberbia son fácilmente vulnerables; su apuesta sigue siendo básicamente
providencial, lo cual es no sólo erróneo sino más que insuficiente para
conquistar voluntades para cambios municipales que son puntuales; curiosamente
muestran muy prematuramente signos de descomposición antidemocrática. De los que más cuentan,
quedaría alguna consideración para el PAN y el PRD, que todo indica ratificaran
la alianza que les dio mayoría en la elección de Gobernador; pueden cometer el grave
error de la soberbia y las actitudes excluyentes, creyendo que todo es fácil;
sería un fracaso anticipado si no se
abren, si no respetan y son transparentes.
La
próxima elección municipal dará base territorial a las fuerzas que se perfilan
para la disputa real de la presidencia de la República.
Recadito: Ante las agresiones de antorchos
y cuatrocientos cueros urge en grado ultra la alternancia en Xalapa.