Uriel Flores Aguayo
@UrielFA
Con una rapidez apenas perceptible prácticamente ya están
concluyendo las campañas electorales municipales, terminan con algún efecto en
el interés ciudadano y perfilando algunos rostros y colores como opciones para
los potenciales electores. Lamentablemente son las propuestas y las ideas las
damnificadas de este proceso, como ya se ha vuelto costumbre en un tipo de
competencia meramente formal y tradicionalista. No quiero generalizar,
aludiendo únicamente a Xalapa, municipio que habito y conozco. No han aparecido
las ideas llamativas y esperanzadoras, circulando casi todo en torno a
generalidades y, lamentablemente, muchas ocurrencias. De repente parece que no
estamos en una elección municipal, cuando se leen y escuchan supuestas
soluciones para educación, economía, seguridad y, en un exceso de tipo
demagógico, hasta para el futuro de México.
Creo hay una carencia de mayor relevancia y centralidad de los
grandes temas municipales, al menos no es lo que destaca en los mensajes más
públicos de las candidaturas, sin obviar que algunos han hecho un esfuerzo de
elaboración y comunicación de ciertas líneas propositivas. Hay cierta
responsabilidad de ese problema en la duración breve de la campaña y en la
imposibilidad de transmitir los mensajes en medios masivos de comunicación,
como la radio y la televisión, exceptuando a las redes sociales. Es obvio que
las candidaturas marginales pueden decir lo que sea, sepan o no de que hablan,
hacer planteamientos desproporcionados sabiendo que no tendrán que hacerse
cargo de sus consecuencias; mientras que los de mediana presencia
si delinean algunas ideas un poco más elaboradas y concretas sobre su
proyecto de gobierno.
Por historia, resultados recientes, datos a la mano e imaginario
colectivo se pueden considerar a tres candidaturas como las más fuertes (
PAN-PRD, MORENA y PRI-VERDE ) para alcanzar la mayoría electoral; entre
ellas, las dos primeras apuntan para ocupar los dos lugares principales
según algunas encuestas. En esas condiciones, hay que poner mayor atención en
los perfiles y propuestas de sus abanderados; se trata de una dama
xalapeña y un investigador universitario, que combinan cualidades y
posibilidades para gobernar la capital veracruzana. Ambos podrían ocupar la
Presidencia municipal y hacerlo bien a condición de que tengan muy clara la
enorme responsabilidad que les aguarda, asuman un rol de coordinación -no presidencialista-,
convivan democráticamente con un Cabildo plural, creen mecanismos de
transparencia, abran el Ayuntamiento a la ciudadanía y cumplan escrupulosamente
con la legalidad. No veo ventaja mayor en poseer títulos académicos, se trata
de gobernar un municipio, no de dirigir alguna institución universitaria. En
ese sentido, la candidata de la coalición PAN-PRD no desmerece ante el
candidato de Morena; al contrario, tiene a su favor ser la única mujer que
participa con posibilidades y lograr ser la opción de las mujeres
xalapeñas.
Se juega un futuro al menos de cuatro años para Xalapa, colocada
ante la disyuntiva de la continuidad u otra alternancia; recuérdese que ya
tuvimos una alternancia en 1997; en ese paso viene el reto de mejorar en todos
los órdenes, de no pretender que se parte de cero o que se descubre el hilo
negro. Se debe tener claro que no estamos ante un debate ideológico, que las
candidaturas locales son las que se quedan aquí y asumen los resultados. Las
tendencias electorales son el punto de partida para las candidaturas, favorecen
o afectan a los aspirantes, pero no deberían hacerles pensar que obtienen el
derecho a mezclar agendas locales con nacionales, es un error y un
despropósito.
Debo insistir en que del cotejo de las plataformas electorales de
todos los partidos se va a concluir que sus coincidencias son enormes; es
lógico pues estamos ante un ámbito municipal, con un gobierno que cuenta con un
presupuesto y facultades determinadas: servicios, obras y algunas otras. Las
diferencias están en los tonos y los estilos. Me adhiero sinceramente a las
propuestas locales, al realismo municipal, a la idea de un Cabildo plural y muy
representativo, a un gobierno capaz y de ley; no quisiera intercambiar
clientelismo tricolor por algún otro color. Xalapa es especial, cuenta con un
buen nivel de capital social positivo, tiene brillante historia y tradición
cultural; no merece regresión ni partidismo. Estamos muy por encima de
coyunturas políticas y debemos ver un futuro luminoso.
Recadito: Mi voto va para la coalición "Veracruz, el Cambio
Sigue" y su candidata Ana Miriam Ferraez.