Uriel Flores Aguayo
@UrielFA
La pregunta relativa a la importancia mayor o menor entre los
partidos o los candidatos, pertinente a la hora de tomar la decisión de votar,
es extensiva al resto del estado de Veracruz. Es una disyuntiva que también
puede volverse suma o complemento, es decir: partidos y candidatos. Tiene que
ver con la realidad de los partidos políticos más allá de de
las siglas y su registro, en su realidad concreta y actual, con casi
nula vida interna, sin posicionamiento programático y con manejos unilaterales
de una o un muy reducido número de personas. En términos simples los partidos
políticos no están cumpliendo con su papel constitucional, legal, teórico y
democrático que tienen asignado, convirtiéndose en un embudo que atrofia y
pervierte a la política. Así están todos en lo general, con mayor o menor
gravedad de su crisis. De ahí el cuestionamiento sobre el sentido de votar por
determinado partido, razonando si tendrán la capacidad para gobernar y, más
aún, si merecen el voto y la confianza de los ciudadanos.
Si los partidos por sí solos, en mayor o menor grado, no
justifican ser receptores de nuestros sufragios, lo que sigue como guía
electoral son los candidatos, teniendo que observarlos con algún detenimiento.
Algunos tienen cierta carrera política, otros no; los de antecedentes políticos
tienen la ventaja de contar con la experiencia mínima que se requiere para
gobernar y la desventaja, en su caso, de contar con buena o mala fama pública.
Hay candidaturas de personas sin antecedentes políticos, lo que puede ser un
defecto o una virtud; dudo que contribuyan quienes nunca se hayan involucrado
en la vida pública de Xalapa o su municipio; tampoco van a aportar
significativamente quienes no cuenten con un perfil adecuado, por estudios o
trabajo. La ineptitud y la potencial corrupción no distingue entre políticos
viejos o ciudadanos determinados vueltos políticos nuevos. No basta con decirlo
ni con una alta dosis de voluntarismo para que se haga un mejor gobierno.
Si para decidir el voto esperando algo diferente no basta el
partido ni el candidato, hay que revisar las planillas y las propuestas,
incluyendo visiones e ideas. Es muy importante conocer a quienes quedarán como
regidores pues integran el Cabildo y votan asuntos de la mayor importancia para
la vida municipal, como son los presupuestos y las obras, entre otras tantas
decisiones fundamentales para los ciudadanos. Por costumbre se cree que el
Ayuntamiento es presidencialista, sin embargo debe rectificarse esa idea por el
papel tan determinante que juega el Cabildo, dando forma a un gobierno
combinado entre la figura presidencial y el colectivo de ediles. Cada regidor
es un voto; en el caso de Xalapa, el cabildo cuenta con quince ediles: un
presidente, un síndico y trece regidores; sus acuerdos se someten a
votación y requieren mayoría, ocho en este caso, para ser legales. Entre más
plural sea el Cabildo habrá mayores equilibrios y se requerirá un ejercicio
político de calidad y con acento democrático.
Se supone que los regidores son la expresión de la pluralidad
social, que representan a sectores y capas de la población, versatilidad
generacional, ocupaciones, niveles de estudios, géneros, entre otros rasgos
indispensables para que cuenten con la legitimidad suficiente que les permita
ser el puente entre la ciudadanía y el Ayuntamiento. Esa es la base necesaria
para que los ediles sean útiles a la gente. Hasta ahora se ha acostumbrado que
los ediles representen a sus partidos, sean de bajo perfil, levanten la mano
sin chistar y se transformen en casi empleados de los presidentes municipales.
Esa inútil y anacrónica situación debe cambiar, ahora los regidores tendrán que
prepararse más, involucrarse de fondo en las tareas de gobierno, informar y
rendir cuentas a los ciudadanos y ser exigentes con los Presidentes
municipales. En esta nueva etapa municipal en Xalapa y Veracruz, el acento en
los Ayuntamientos debe estar en su funcionamiento colectivo, en su
transparencia, en su eficacia y en su austeridad.
Recadito: Sigue la espera de ideas, visones y propuestas en los
candidatos de Xalapa.