Silvino
Vergara Nava
@SilvinoVergaraN
En la historia oficial sobre las atrocidades que sucedieron en
los tiempos del nazismo y la segunda guerra mundial, se sostuvo una serie de
estadísticas finales de los daños y las bajas que se presentaron en tan
pavorosa realidad que sucedió en Europa —llamada “guerra mundial”,
precisamente, porque estos hechos sucedieron en ese continente, a pesar de que
no todas las naciones del mundo intervinieron—. Estadísticas que han sostenido
que las muertes de hombres y mujeres fueron de aproximadamente 20 millones de
personas, de las cuales seis millones fueron judíos. A su vez, a esa cantidad
tan elevada de judíos que fallecieron se la ha denominado como “holocausto”,
que significa, como una de sus acepciones, “gran matanza de personas”; un
significado que ya ha sido normalmente asociado con el “genocidio” judío: concepción
que, a su vez, se reconoció después de la segunda guerra mundial.
Pues bien, ese
genocidio —se ha sostenido en la historia— causó seis millones de judíos
muertos; desde luego, una cantidad impresionante de muertes causadas por esa
persecución a los judíos, respecto a lo cual, como dato sorprendente, comenta
Daniel Rafecas: “el Tribunal supremo en materia penal, sentenció el 26 de
noviembre de 1942 que la vigencia de las leyes de Núremberg obligaba a todo
alemán que desease mantener relaciones sexuales con cualquier mujer, al deber
legal de inspeccionar sus documentos para cerciorarse de que no era judía, lo
cual significaba que ningún error al respecto era excusable” (Aportes
para un cambio cultural a partir de Auschwttz. Ensayos sobre derecho, historia
y educación, Buenos Aires: Biblioteca Nuestra Memoria, 2013). Una
muestra de la erradicación que se pretendía de ese pueblo, a lo que se denominó
como “solución final”, y que fue la política pública del gobierno alemán de
esos tiempos para erradicar a los judíos de Europa, y no únicamente de
Alemania. La propuesta de la solución final se debió a que los dos proyectos
anteriores para expulsar a los judíos de Europa no funcionaron, pues el primero
fue enviarlos a la isla africana de Madagascar y el otro fue enviarlos a
Siberia; sin embargo, ninguno de esos proyectos funcionó. Por ello, la solución
final fue ese deplorable exterminio que, desde luego, estaba “justificado” por
otro exterminio que se dio a principios del siglo XIX en el territorio de lo
que después se conformó como Turquía; tal fue el genocidio de los armenios,
que, siendo estos cristianos y los turcos musulmanes, fueron exterminados los
primeros. De ello, las estadísticas sostienen que fueron aproximadamente 2.5
millones de armenios que murieron en ese crimen que nunca fue juzgado
(Zaffaroni, Eugenio Raúl, Un Proceso histórico.
Buenos Aires: Editorial AR, 2012). Y con esa justificación se propuso el
exterminio judío.
Bien vale la pena hacer alusión que, de acuerdo con estudios históricos y con
base en los relatos que se tienen registrados, sobre todo, en lo que narró
Bartolomé de las Casas de las guerras de conquista del continente americano, se
ha sostenido qué murieron 50 millones de personas, lo cual es una cantidad
extraordinariamente espeluznante. Pues bien, al respecto del genocidio judío,
existe cierta oposición en cuanto a que si efectivamente murieron esas
cantidades tan elevadas de personas, pues se han realizado estudios e
investigaciones al respecto que han puesto en duda esa cantidad tan elevada (Cf. Harwood,
Richar, ¿Murieron
realmente seis millones?). Esto ha provocado que, incluso, la
iglesia católica haya excomulgado a un sacerdote inglés, concretamente el Papa
Juan Pablo II excomulgó a Richard Williamsonm, quien había enfatizado que no habían muerto seis
millones de judíos; pero, posteriormente, el Papa Benedicto XVI, perdonó dicha
ex comunión.
Finalmente, es
un tema que sigue en controversia y que por sus repercusiones es fundamental
para la historia más reciente de la humanidad; y pudiera ser que se tuvieran
más luces sobre esa incógnita, pues en el diario español El
País —de tendencia conservadora, es decir, de derecha—, que
circula en México por contar con la franquicia para ello el grupo Televisa, se
publicó el pasado 24 de febrero de 2019 que actualmente, en Europa viven 1.5
millones de judíos, lo que pone en duda que hayan muerto hace 70 años seis
millones de judíos. Entonces, al respecto de esa historia oficial: ¿quién
miente?