Silvino Vergara Nava
“… Importante para cada sociedad
que el derecho y sus ordenamientos estén por encima
de toda sospecha, porqué solo así puede desterrarse
la arbitrariedad y se puede vivir la libertad…”
Joseph Ratzinger.
Dentro de nuestra época debido a los avances de la
tecnología y la ciencia que se multiplicaron a mediados del siglo XX hasta
estos inicios de esta pos modernidad como es denominado este tiempo de la
humanidad, se han presentado una serie de experimentos en el propio ser humano,
cambios que se ponen a prueba dentro de la población, principalmente por
razones macro- económicas que los Estados que conocemos como Estados - Nación
no tienen escapatoria más que contenerlos en la medida de lo posible y que se les
denominan: Evolución, a pesar que en realidad se trate de medidas de
involución.
Este es el caso de la jurisprudencia de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación de México del 3 de junio de 2015 que, en el rubro señala:
“Matrimonio. la ley de cualquier entidad federativa que, por un lado, considere
que la finalidad de aquél es la procreación y/o que lo defina como el que se
celebra entre un hombre y una mujer, es inconstitucional”, Es evidente que el
Estado mexicano tuvo que ceder ante la presión internacional al respecto de
este tema, -lo mismo ha sido en otros Estados, como en la Corte de la Unión
Americana recientemente sobre la misma cuestión- Sin embargo, cabe hacerse la
pregunta si es que se están protegiendo derechos de los individuos o en
realidad, se trata de uno más de los experimentos sociales que se han suscitado
en el mundo en las ultimas décadas por aquellos que se han denominado poderes
económicos, (VITALE, Ermanno, “Defenderse del Poder”, Editorial Trotta, Madrid,
2012) o también, nombrados: Poderes salvajes. (FERRAJOLI, Luigi; “La Democracia a Través de
los Derechos” Editorial Trotta, Madrid, 2014)
Ejemplos de experimentos sociales recientes tenemos varios
por citar, y que se mencionan dos para no abundar: El primero, todos los
programas mundiales para abatir el consumo del tabaco, que pareciera un buen
propósito global, pero que, en realidad se debe a un problema de salud del
mercado laboral, pues a raíz que se incrementan las exigencias en los empleos
en bancos, industria, servicios, etc., de cualquier empleado desde el obrero
por producir más, como el gerente por incrementar las ventas y la producción,
por la presión que representa a éstos y el consumo del tabaco, repercute en
perjuicios a las grandes corporaciones, pierden enormes montos de dinero por tiempos
perdidos en atenciones medicas, y lo que es más la capacitación invertida en
esas personas, perdidas a las que se incrementa el gasto social de los
gobiernos por esos servicios médicos y las consecuentes pensiones.
Otro ejemplo de estas medidas son las políticas
planetarias de: “un mundo sin dinero en efectivo” (ESTULIN, Daniel, “La
verdadera historia del Club Bildenberg” Planeta, Barcelona, 2007) que se trata
de dejar sin efectivo a las grandes masas de personas para que, el contar con
todo su dinero en los bancos, casas de bolsa, etc., se impida poder llevar a
cabo exigencias al grado de insurrecciones con capital económico que ponga en
peligro desde luego no a los Estados Nación, sino a las corporaciones
económicas que hoy cuentan con el control de éstos, así como de los
energéticos, sistemas financieros, alimentación, etc.
Así, pareciera que una política más es: legislar, lo cual
ha decretado ya el poder global previamente en todas las materias jurídicas, a
saber: en derecho penal con la imposición de los juicios orales, que el delito
de trascendencia es el lavado de dinero, y no los genocidios que se están
cometiendo en muchas partes del mundo, en derecho financiero, para permitir la
extrema libertad con que cuentan las empresas de capital, y desde luego en
derecho fiscal disminuyendo los impuestos a las ganancias, aumentando las
contribuciones sobre el consumo, pues bien, ahora corresponde reglamentar en el
mundo occidental un matrimonio sui generis: el de personas de ambos sexos, lo
cual tiene por objeto evidentemente romper con el único elemento de unión que
aun queda en la sociedad: la familia, núcleo de la sociedad y de la procreación,
cita al respecto Naom Chomsky: “La meta es formar una sociedad en que la célula
social básica esté compuesta por el individuo y su televisor. Si el niño que
vive al lado está pasando hambre, no es problema del individuo.” (CHOMSKY,
Naom, “Cómo funciona el mundo” Katz, Buenos Aires, 2013) Cita el principal sociólogo
actual, el profesor polaco Z. Bauman: “Las relaciones que los individuos
entablan con otros individuos en el presente se han descrito como puras, lo que
significa: “sin vínculos asociados”, sin obligaciones incondicionales… la sola
razón… el grado de satisfacción mutua que deriva de ella.” (BAUMAN, Zygmunt,
“Ceguera Moral” Paidos, México, 2015)
Desde luego que, el objetivo es seguir las políticas de
pleno consumo, denominadas: “úsese y tírese” (GALEANO, Eduardo, “Úselo y
Tírelo” Planeta, Buenos Aires, 1994), lo cual permitirá que, aquella tecnología
y ciencia sea utilizada por la economía, como esta sucediendo, pero a escalas descomunales,
entonces, ante la ausencia de familias y procreación natural: “¿Debe ser el
acceso a las tecnologías un nuevo derecho humano? … si los padres buscan lo
mejor para sus hijos durante su vida ¿por qué no empezar a hacerlo eligiendo las mejores características
genéticas?... ¿el hecho de que podamos modificar nuestra misma naturaleza está
separado del acto creador de Dios o en competencia con él?... (CORTINA, Alberto, SERRA, Miguel Ángel,
coordinadores, “¿Humanos o Post Humanos?, Fragmenta, Barcelona, 2015)
Por estas razones es que, se puede sostener validamente
que esta disposición de la Suprema Corte de Justicia de la Nación es parte de
un experimento mundial, y es la razón por la cual la Iglesia Católica en México
sostuvo que no es de competencia de las instituciones del Estado tomar estas
decisiones, y esto simplemente por lo que sentencia el principal teólogo del
mundo J. Ratzinger:
“El gobierno no es
simplemente un ejercicio de poder, sino protección del derecho que asiste al
individuo y garantía del bienestar de todos…Tampoco es cometido del Estado
convertir el mundo en un paraíso y, además, tampoco es capaz de hacerlo. Por
eso, cuando lo intenta, se absolutiza y traspasa sus límites…” (SANTIAGO,
Alfonso, “Entre las Fronteras entre el Derecho Constitucional y la Filosofía del Derecho”,
Marcial Pons, Buenos Aires, 2010) Evidentemente, esta medida de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación es parte de esa presión para la conformación de
un paraíso económico mundial.