Uriel Flores Aguayo
@UrielFA
Vivimos una polarización en la aproximación de debate político que
se hace en Veracruz, con inclinación mayor hacia la descalificación y fatalismo
sobre la alternancia ocurrida recientemente. La narrativa hegemónica en zonas
como Xalapa y algunas otras está nutrida de prejuicios, desinformación,
exageraciones, parcialidades, sectarismo y apologías de la desesperanza. Desde
los primeros meses de la actual administración estatal, la de la alternancia
inaugural, ya se hablaba de fallas grandes y nulos resultados; con cierta
precipitación se le decretaba fallida. Algunos esperaron un poco para anunciar
su fracaso. Hay gente seria, con regular trayectoria, que así lo indica, junto
a un bloque muy homogéneo que sistemáticamente destaca las carencias y las
notas rojas para dar a entender que el Gobierno no puede o no quiere enfrentar
los graves problemas que nos lastiman y cuestionan.
Debe señalarse que no hay antecedentes de alternancias que hayan
tenido lugar en nuestra entidad, por tanto son mínimos o novedosos los
elementos comparativos. Desde ese punto de vista se necesita una mayor esfuerzo
de análisis y serenidad, despojarse de camisas facciosas y oportunistas, para
enfocar los fenómenos que rodean a la alternancia veracruzana. Hay que apuntar
las condiciones en que se recibió a la administración estatal, eso no debe
abstraerse ni obviarse; ese es el punto de partida para la evaluación que al
menos debería ser de un año. Sin buscar justificar a nadie si no se consideran
las deudas y crisis financiera, la huida y abandono del ex gobernador, el
manejo de empresas fantasmas, la falta de cumplimientos ante la federación, la
degradación institucional y la mezcla delictiva y policial, al menos, entonces
no se estaría hablando en serio ni habría actitud de buena fe para contribuir a
las soluciones.
Se dice que la ciudadanía votó a favor de la coalición PAN-PRD
para expresar sus demandas de cambios varios y a ese voto se le cargan todas
las expectativas que se quieran y ocurran. Eso es parcialmente cierto, en tanto
que otras fuerzas políticas, al menos dos más, también recibieron votaciones
relevantes. En ese sentido debe considerarse una votación plural que da mandato
para ejercer el poder ejecutivo pero también aloja a las oposiciones en el
poder legislativo, agregando una inmediata votación municipal que dio como
resultado una composición marcadamente plural de los Ayuntamientos. El
gobernador tiene una estructura ejecutiva fuerte pero no puede gobernar en
forma autónoma y absoluta, sin considerar a los otros poderes, a los partidos
políticos, a los factores de poder, a los Ayuntamientos, a los órganos
autónomos y a la sociedad civil.
La proximidad del primer informe del gobierno de la alternancia
abre una buena oportunidad de análisis sobre lo que ha significado este
gobierno, en qué ha traído cambios, en qué ha fallado y lo que se
puede esperar. Siendo realistas no es mucho lo que se puede esperar de
analistas que han abandonado el análisis para brincar a la propaganda ni de
oposiciones cuyas limitaciones de posicionamiento está registrado en sus
declaraciones sin responsabilidad y feria de ocurrencias. Sin embargo, siempre
valdrá la pena insistir en una línea propositiva, en poner el acento en las
coincidencias y en la unidad básica. Obviamente se requiere tolerancia, respeto
al otro y la comprensión de los graves problemas que nos rodean y lastiman.
Salir del abismo en que nos lanzaron las recientes administraciones supera a un
partido determinado y a un gobernante en particular. Lamentablemente
nos condicionará la elección federal, donde habrá quienes la privilegien sin
hablar y actuar en función de VERACRUZ.
Los grandes temas están a la vista y requieren definiciones
actuales, siendo pesados condicionamientos para mejorar las condiciones de
nuestro estado. Es la crisis financiera con su pendiente reestructuración de la
deuda, es la violencia estructural con fondo del crimen organizado y la
pendiente reestructuración de las fuerzas de seguridad, es el diálogo y
acuerdo político que traiga certidumbre y estabilidad, es la
comunicación y contacto con la ciudadanía para fomentar su participación y corresponsabilidad
en el rumbo de nuestra golpeada entidad jarocha. La alternancia es cambio
en si pero necesita tiempo y maduración para dar resultados. La alternancia
requiere una ciudadanía despierta e informada pero también oposiciones leales y
democráticas.
Recadito: una sociedad incluyente es impensable sin una educación
inclusiva.