Uriel Flores Aguayo
@UrielFA
Con una propuesta creativa, novedosa e interesante
se anuncia el festival de las flores en Xalapa; con los auspicios del
Ayuntamiento local dos entusiastas paisanos, Ernesto Aguilar Yarmuch y Mauricio
Cuevas Gayosso, se han dado a la tarea de coordinar los trabajos para realizar
una festividad digna de nuestro entrañable municipio. Me da gusto que se tengan
ese tipo de iniciativas, con un perfil cultural y de las flores, como
corresponde a la orgullosa "Atenas veracruzana" y "Ciudad de las
Flores". Deseo que tengan éxito total y espero contribuir con la difusión
y asistencia a las variadas actividades previstas. Seríamos muy mezquinos si ya
estuviéramos adelantando balances, primero hay que conocer lo ofrecido para,
luego, hacer juicios y contribuir con críticas constructivas. Como Xalapeño me
entusiasma que tengamos espacios sanos de festividad, que recreemos nuestro
modo de vida en el sentido lúdico, que afirmemos los rasgos más positivos y singulares
de nuestra personalidad común y que hagamos sentir orgullosos de vivir aquí a
nuestros hijos y nietos, a las nuevas generaciones.
El martes de esta semana compartí el desayuno
con "OTERO-CIUDADANO", a invitación de Doña Leonor de la Miyar, para
conocer el proyecto del #SoyFestival; los asistentes, en buen número y muy
calificados, fueron extraordinariamente receptivos con los promotores. Se
expresaron opiniones, algunas dudas pero sobre todo el beneplácito generalizado
por una iniciativa tan necesaria y propia de los xalapeños. Para dar espacio
prioritario a los más asiduos asistentes preferí guardar mis comentarios para
otro momento y para este texto. Pienso que la finalidad principal del festival
debe ser la de convocar y dejar satisfechos a los xalapeños y a nuestros
vecinos más cercanos; las variadas actividades generan derrama económica, sin
embargo no debe ser la motivación mayor, si hay que aportar un poco de los
recursos públicos debe hacerse sin mayor inquietud; será resultado de un proceso
que llegue a ser autosuficiente; no tiene objetivos turísticos aunque algo
puede surgir en ese sentido. Hacer festivales es una necesidad social, deben
tener los rasgos de nuestra historia y forma de ser; la vida cultural, que
incluye a las flores, no puedes ser estática ni vivir de recuerdos, al
contrario, conlleva dinamismo y modernización; las nuevas generaciones deben ir
asimilando la atmosfera propia de su municipio, sus virtudes y rasgos más
firmes de su personalidad; por eso el discurso cultural, incluyente y creativo,
debe ponerse a discusión, enfrentar la realidad, sujetarse a las criticas y ser
susceptible de transformaciones y apertura. La cultura es del que la
trabaja, como dijo Zapata de la tierra, no hay música, libros, pintura,
fotografía, canto, etc. que pueda ser apreciada si no se expone y difunde; un
festival sirve para eso.
Somos una ciudad con antecedentes de ferias,
comercial en su caso; entre 1720 y 1776 tuvimos la feria más importante de la
Nueva España; no es casualidad que nos llamen la "Atenas
veracruzana"; tener en activo la primera Escuela Normal de México y el
segundo en importancia Museo de Antropología, da cuenta de nuestro pasado y
presente de relevancia cultural. Cuando el explorador y científico Alemán
Alexander Von Humboldt, en 1804, nos llamo "ciudad de las flores" nos
definió para siempre; hasta la fecha, Xalapa tiene áreas verdes por encima de
la media nacional proporcionalmente hablando, a pesar de la primitiva deforestación
que promueven grupúsculos ajenos y clientelares de inspiración tricolor; con
todo eso es grandioso el numero de parques y jardines a nuestra vista y
disfrute. Cultura y flores son el sello Xalapeño, no podía llevar mejor nombre
el festival aludido: "Festival de las flores-Xalapa llena de luz."
Ojala el programa de la feria resulte del agrado de todos, que cumpla sus fines
y permita que se tenga una experiencia positiva para darle continuidad e
instituirlo a largo plazo.
Entiendo que, salvo algunas actividades más de
corte comercial para compensar gastos, la programación es eminentemente
gratuita, por tanto popular, ese es un acierto que siempre requiere de personas
conocedoras y con criterio en la organización. El festival no debe caer en la tentación
fácil del espectáculo del tipo de la televisión, populachero y frívolo; su espíritu
debe ser distinto, cualitativo y democrático, es decir, incluyente y abierto. Por
lo mostrado hasta ahora y por el perfil de los organizadores creo que estamos a
salvo de veleidades de "la caja idiota" Aunque no en lo inmediato,
relativamente, el festival es un gran aporte a una sana vida pública, nos crea
otra atmosfera, nos nutre de imaginación al tejido social, nos da referente de
algo positivo y nos plantea las oportunidades de convivencia pacífica y útil
socialmente hablando. Por eso, no deberíamos minimizar este tipo de esfuerzos
ni regatear apoyos; es obvio que ayuda a levantar la imagen del munícipe en
turno, en este caso proveniente del PRI, pero eso es circunstancial y
secundario, a él le toca y qué bueno que tenga la visión y sensibilidad de
impulsar este tipo de actividades. Independientemente de los políticos y
partidos que ocupen los cargos edilicios debe hacerse institucional la realización
de las ferias de las flores en Xalapa, hasta alcanzar y mantener niveles dignos
de reconocimiento y orgullo por propios y extraños.
Recadito: Refrescante y de muy buen nivel el
encuentro de análisis realizado por el PRD veracruzano; busca su lugar en la
alternancia y en la izquierda.