Dr. Silvino Vergara Nava
“Ya no creo
que los fines justifiquen los medios
Y no lo creo
por la simple razón de que los fines
No pueden ser
humanos si exigen medios inhumanos
Para su
realización.”
Zygmunt
Bauman
Existe en las
instancias de los estudios económicos una tensión permanente entre: “más estado
y menos mercado”, o bien, “más mercado y menos estado”, desde luego que, la
historia de la humanidad es una historia del péndulo, hoy de un extremo, y
mañana en el otro, para que después regresemos al otro extremo, y así
sucesivamente, (Bobbio, Norberto, “Contribución a la Teoría General
del Derecho” Editorial Cajica. Puebla, 2006) El problema en que nos encontramos
es que se desconoce en que extremo estamos actualmente. Es evidente que, el
Estado debido a sus políticas publicas estamos ante la presencia de más mercado
y menos estado, pues este se ha encargado de adelgazar sus funciones, ya sea
por medio de las concesiones, autorizaciones, y las reformas jurídicas y
constitucionales como es el caso de la energética y tributaria, pero por su
parte, nos encontramos con otra serie de medidas que aparentan que el Estado
pretende otorgar una serie de derechos de subsistencia, (CARBONELL, Miguel,
FERRER, Mac-Gregor, Eduardo, “Los derechos sociales y su justiciabilidad
directa” Flores Editor, México 2014) como es el caso de los derechos a la
salud, al medio ambiente sano, a la cultura, educación, es decir los derechos
sociales, sin embargo, toda esta serie de medidas pareciera que no han resultado
suficientes.
Desde esta
partida habrá que preguntarse: ¿Qué situación guarda el buzón tributario y la
contabilidad por medios electrónicos que se requiere enviar por Internet al Servicio
de Administración Tributaria?, pareciera que no hay relación alguna, sin
embargo, es claro que toda la maquinaria jurídica se mueve de acuerdo con el
extremo del péndulo en que nos encontremos, y es claro que respecto al buzón
tributario, es un ejemplo de que vivimos en aquella orilla que determina: “más
mercado y menos estado”, pues con esa medida electrónica lo que se busca es en
primer termino: Adelgazar el personal que le corresponde a las autoridades
fiscales en lo que hace desafortunadamente a los escalafones inferiores, esto
es, los notificadores, verificadores, ejecutores, ya que dicho buzón tributario
permitirá eficientar las notificaciones de las resoluciones de las autoridades
a los contribuyentes, al grado que representara contar con una mayor escala de
contribuyentes a los que se pueda abarcar con esa medida tecnológica, y a esto
habrá que añadir que, esta permitido que las autoridades acuerden concesiones a
empresas para la gestión de notificación, -articulo 134 del Código Fiscal de la
Federación último párrafo- es decir, que esas empresas, cuenten con sus propios
empleados que se encargue de notificar aquellas resoluciones que se requiera
llevarlas a cabo por medio personal, por ello, con el buzón tributario y con
esta autorización legal, esta permitiendo adelgazar las cargas laborales de las
autoridades, lo que representa adicionalmente, un ahorro económico en pensiones,
y deudas de seguridad social en general.
Por su parte,
contamos con el envío de contabilidad por Internet, -articulo 28 del Código
Fiscal de la Federación- primero considerar que, están los contribuyentes
obligados a contar con su contabilidad por medios electrónicos, que es un paso
previo a enviarlo por Internet, entonces, por el simple hecho de llevar la
contabilidad por sistemas electrónicos requiere de una serie de medidas
económicas, técnicas, contables y de ingeniería por parte de los ciudadanos,
comprar equipos computacionales, adquirir programas de computo, acudir a cursos
y asesorías, todo lo cual desde luego que se requiere de aquellas empresas que
prestan esos servicios, empresas que desde luego no son el propio Estado, por
ello es que, se esta ante la presencia de la dependencia permanente de dichas
corporaciones económicas, tanto por parte de los gobernados como del propio
Estado que también necesita de su asistencia, pareciera que éste parte sus
atribuciones y su poder, es decir, esta delegándolo a esas entidades
particulares, que son invisibles, sin cabeza, escurridizas, y que debido a esta
mutación, no hay forma de reclamar contra ellos, como sentencia E. Vitale: “El poder económico se torna invisible e irresponsable. Resulta difícil
identificar con certeza a los sujetos e instituciones contra los cuales
protestar de una manera no genérica, es decir, frente a qué sedes y formas se
debe oponer resistencia” (VITALE, Ermanno, “Derenderse del Poder”, Editorial
Trotta, Madrid, 2012) por esto es que, para los problemas que se avecinan con
el simple cumplimiento ciudadano de esta obligación las autoridades fiscales no
los podrán resolver, pareciera que ya es tiempo de “más Estado y menos mercado”,
sin embargo, todo quedará en las manos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
pero: ¿Así lo comprenderá?.