El candidato
presidencial del PRI, Enrique Peña Nieto, informó anoche que si gana la
Presidencia su asesor externo en materia de seguridad será el general Óscar
Adolfo Naranjo Trujillo, quien fue nombrado jefe de la Policía Nacional de
Colombia por el presidente Álvaro Uribe en 2007. El priísta ofreció dar
resultados en seguridad de manera casi inmediata, una vez que llegue a Los
Pinos.
En conferencia
de prensa, Peña Nieto presentó como prendas de la eficacia de Naranjo Trujillo
haber sido clave en “hacerle frente a los cabecillas de los cárteles de Cali y
de Medellín”, la reducción de la violencia y haber sido responsable de
enfrentar y desarticular a los principales líderes de la guerrilla colombiana y
debilitar a las FARC.
Críticas recientes en The New York Times
El anuncio se
da tres días después de que The New York Times publicó que funcionarios
estadunidenses aún no están seguros del compromiso de Peña con los cambios
necesarios para luchar contra el crimen y las drogas, y de que su mensaje de un
nuevo PRI ha sido debilitado de cierta forma por titulares casi cotidianos
sobre una investigación contra ex gobernadores de ese partido acusados de
corrupción y posibles nexos con el crimen organizado.
Peña afirmó
que ventilaba la invitación a Naranjo Trujillo para salir al paso de notas
informativas respecto de que lo había invitado como asesor, y para no generar
especulaciones.
Interrogado si
estaría dispuesto a firmar con Estados Unidos un acuerdo amplio similar al Plan
Colombia, y aceptar la presencia de hombres armados de agencias de Washington
en México, Peña Nieto respondió:
En la relación
bilateral con Estados Unidos hay ventanas de oportunidad para trabajar en
varios ámbitos de interés; uno de ellos sin duda es la seguridad pública. En
respeto irrestricto a la soberanía de ambos países estará el buscar una
colaboración que nos permita tener fronteras seguras y una colaboración para
una mayor seguridad en ambos países.
A su vez,
Naranjo Trujillo acotó que si Peña Nieto gana, él sólo participará como asesor
externo, no operacional, y fuera de las líneas jerárquicas de gobierno, y
consideró que ha llegado la hora de que México se fije un horizonte que
interrumpa la cadena de violencia lo más pronto posible.
México,
insistió, ha acumulado méritos, entregado vidas, hay sacrificio y ha enfrentado
la amenaza de la delincuencia organizada con estoicismo, con costos muy altos
como el asesinato del reportero Víctor Manuel Báez, ocurrido en Veracruz.
En una nota
informativa sobre los éxitos policiacos del general, titulada ¿Quién es el
general Óscar Naranjo?, el equipo de Peña Nieto describió que ha ocupado cargos
“a través de los cuales ha gestado golpes contundentes contra la delincuencia
común y trasnacional, especialmente contra cárteles, estructuras y dinámicas
asociadas al narcotráfico, terrorismo, secuestro, tráfico de personas, armas y
municiones”.
También, que
fue ascendido a general de cuatro estrellas el 10 de diciembre de 2010 por el
presidente Juan Manuel Santos, que entre sus condecoraciones está la mención
como miembro honorario de la DEA, y que hace unos días recibió una
condecoración del presidente Felipe Calderón y del secretario de Seguridad
Pública federal, Genaro García Luna, por su compromiso al combate al crimen
organizado, y con amplios conocimientos en inteligencia.
Inteligencia electrónica en tiempos de
Escobar Gaviria
“En la época
del ex jefe del cártel de Medellín, Pablo Escobar Gaviria, Naranjo era mayor de
la policía y el encargado de montar en su país el sofisticado sistema de
inteligencia electrónica, dotado de complejos mecanismos de localización
satelital que conducirían al desmantelamiento de estructuras de este cártel”,
señala el documento en el que Peña se apoyó para citar el currículo de Naranjo.
El candidato
del PRI sostuvo que se apoyará en el general colombiano en la estrategia para
una política de mayor eficacia en materia de seguridad, y se comprometió a
reducir la violencia basado en estrategias probadas y de éxito.
Finalmente,
Naranjo Trujillo afirmó que no se puede dar un trato diferenciado a las bandas
criminales en el país, porque todos son delincuentes “y lo único común entre
los cárteles es el terrorismo selectivo que ejercen contra los mexicanos”.
con información de Enrique Méndez
La Jornada