“No es normal que el
país se nos desmorone y este lleno de socavones políticos.
No es normal la
podredumbre en la que se encuentra este país por la dejadez de unos y la
voracidad de otros”
@BarbaraCabrera
Eludir la ley como deporte político. Desfile de empresas fantasmas. Utilizar a las Instituciones para hacer de las suyas. Hoy, tenemos una nueva bomba de corrupción, impunidad y complicidad en México revelada por AnimalPolitico.com:
7,679 millones de pesos
desviados.
11 dependencias
involucradas.
128 empresas fantasmas.
8 universidades que se
prestaron al desvío.
Paciencia, prudencia,
verbal contingencia, dominio de ciencia. Ausencia o presencia, según
conveniencia… Y resulta que Javier Duarte de Ochoa, el ex gobernador
veracruzano, ahora preso, es un novato al lado de la estafa maestra orquestada
por varias dependencias del gobierno federal, por supuesto en este caso me
refiero a las del sexenio del Peñismo abstractohttp://bit.ly/2tQpLtb, cuyo líder es Enrique Peña Nieto, el que
alguna vez dijo que no se levanta todos los días pensando como joder a México,
situación que solo creyeron y continúan creyendo un puñado de ingenuos. No
obstante, si escarbamos sexenios atrás, la caja de pandora será incontenible.
Érase que se era, que es
y pugnemos porque algún día deje de ser un país que vivía de la chingada y era
así debido a sus autoridades rapaces, políticos cínicos y corruptos a los que
les valía y vale un cacahuate lo que los ciudadanos de a pie opinen de sus
gestiones y desempeño ¡total! si para eso se sirven de las instituciones que
han creado y nombrado a quien las dirige a su favor ¡faltaba más! Aunado a una
ciudadanía temerosa, inactiva, valemadrista y alejada de todo aquello que huela
a política sin saber que eso era y es el motivo de todos sus males. Pocos eran
aún los ciudadanos que luchaban por un cambio, algunos lo querían, no obstante,
estaban sumidos en la inercia, las cortinas de humo y los controles del gobierno.
Es imperativo salir de ese círculo tortuoso para comenzar a rescatar lo que
queda del país, dando un paso a la vez.
Es ineludible alzar la
voz por aquellos que no pueden hacerlo, y a ellos convocarlos a que se animen,
se atrevan a hacer escuchar la suya. A pesar de vivir en una democracia
imperfecta, que de suyo tiene un sinfín de complejidades, no podemos
simplemente dejar hacer, dejar pasar. Y si le sumamos los desafíos
internacionales, el reto es mayor.
Es cierto, vivimos
tiempos aciagos y violentos por igual, también lo es que corresponde a todos
decidir, tomar las riendas. No permitamos que una y otra vez unos cuantos
decidan por todos, a que nos sigan estafando en nuestras narices y luego, se
simule que aquí no pasa nada.
¿O acaso no es la
aspiración universal la de estar bien y por ende tener una mejor calidad de
vida? Estoy segura que la respuesta que escucharé que es un sí al unísono;
entonces, hagámoslo posible para tener un país más llevadero y dejar así a las
futuras generaciones un mejor mundo al que encontramos.
Hoy es la estafa
maestra, mañana será la oportunidad de votar para botarlos. No se les olvide,
tomen nota y actuamos en consecuencia. Porque ¡no es normal lo que está
ocurriendo en mi #MéxicoLindoyHerido! Dejen de ser complacientes. Reflexionemos.
Actuemos.
Por hoy es todo.
¡Hasta la próxima Nornilandia!